Los Diez Mandamientos fueron escritos originalmente en la lengua sagrada; el idioma era el Hebreo antiguo como se muestra. Estas palabras se han traducido a varios idiomas y han influido muchas culturas. Empero se han perdido o son irreconocible como la lengua sagrada en la que se imprimió. Hoy se han vuelto extraño para aquellos a quienes se les dio, los hijos de Israel (llamados Hispanos, Negros, e Indios Americanos). Sorprendentemente el mundo les enseña a rechazar su herencia, a cuestionar la existencia de Dios e ignorar sus palabras. Como resultado, nuestra gente está en una oscuridad total, ignorante de su gloriosa historia y viviendo en condiciones maldecidas. Proverbios 6:23 “Porque el mandamiento es antorcha, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones de la enseñanza:”

Hay muchas falsa creencias contra los Diez Mandamientos que deben ser reprobados para que podamos recuperar el camino beneficiosa de la vida. En el Iglesianismo es común que hablen negativamente de Moisés, contrario a las escrituras que lo describe a él como un fiel creyente en Cristo. Apócrifa Eclesiástico 45:1 Moisés amado de Dios y de los hombres cuya memoria es con bendiciones.” Su doctrina requiere una vista antagonista de el como el legislador, para poder hablar de modo persuasivo contra los mandamientos. Apócrifa Eclesiástico 45:5 “A este hizo que oyese su voz, y lo metió en la nube.” Versículo 6: A este dió mandamientos delante de todos, es á saber la ley de vida, y de ciencia, para que enseñase su Concierto [acuerdo] á Jacob, y sus derechos á Israel.”

Como consecuencia de su doctrina, los mandamientos se considera como una invención de Moisés y se rechaza por completo. Véase, Marcos 7:6-13. Todos imaginamos a Moisés bajando de la montaña con las dos tablas de piedra, y pensamos que así fue como obtuvimos los diez mandamientos. Pero cuando estudiamos nuestro pasado aprendemos que no es la historia completa. Una parte importante de la historia Israelita es el hecho de que los mandamientos fueron dados verbalmente; esto pasó en Éxodo capitulo 20. La persona que dijo los mandamientos a la nación de Israel NO era Moisés. Éxodo 20:1 “Y HABLÓ Dios todas estas palabras, diciendo:” Una de las pocas veces que el Padre Celestial hablo directamente al hombre fue para dar los Diez Mandamientos y toda la nación de Israel fue testigo de esto. Isaías 43:12 Yo anuncié, y salvé [de Egipto con milagros], é hice oir, y no hubo entre vosotros extraño. Vosotros pues sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.”

Ellos fueron testigos de que Dios existe; esa experiencia fue tan espantoso que le pidieron a Moisés que se convirtiera en su mediador. Éxodo 20:18 “Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba: y viéndolo el pueblo, temblaron, y pusiéronse de lejos.” Versículo 19: “Y dijeron á Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos; mas no hable Dios con nosotros, porque no muramos.” Versículo 20: “Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que por probaros vino Dios, y porque su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis.” Versículo 21: “Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó á la osbcuridad, en la cual estaba Dios.” Versículo 22: “Y Jehová dijo á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros.”

Ahora que hemos visto que Dios habló desde el cielo para darnos los diez mandamientos, podríamos concluir que estas palabras son de Dios y no del hombre. Algunos historiadores intentan disminuir este glorioso evento afirmando que Moisés plagió el código Hammurabi. ¡Pero al aprender nuestra historia podemos ver que los diez mandamientos existieron incluso antes de Moisés, desde la creación! 1 Tesalonicenses 2:13 “Por lo cual, también nosotros damos gracias á Dios sin cesar, de que habiendo recibido la palabra de Dios que oísteis de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creísteis.”

A diferencia de los del mundo, no deberíamos avergonzarnos de la participación de Moisés al respecto de recibir las leyes. Debemos abrazar las leyes de vida y de ciencia, ya que efectivamente obra en vosotros hacia la fe en Dios. Como le dijo a Moisés, Éxodo 19:9 “Y Jehová dijo á Moisés: He aquí, yo vengo á ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que TE CREAN PARA SIEMPRE. Y Moisés denunció las palabras del pueblo á Jehová.” El Padre Celestial nos destinó a creer la enseñanzas de Moisés para siempre, porque son sus derechos en la mano de un mediador. Para que esas palabras permanezcan, fue escrito por el dedo de Dios en piedra. Éxodo 24:12 “Entonces Jehová dijo á Moisés: Sube á mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos.”

Las mismas palabras que el declaró a Israel fueron escritas por él. Deuteronomio 4:13 “Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra.” Moisés nos dice que Dios nos dio verbalmente y por escrito, diez mandamientos. Representan el acuerdo que hicimos con él; Éxodo 19:5 “Ahora pues, si diereis oído á mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.” Versículo 6: “Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás á los hijos de Israel.” Este pacto es la razón por la cual la nación de Israel es considerada el pueblo elegido. Véase, 2 Samuel 7:23, Deuteronomio 4:7-8, y Deuteronomio 7:6.

Después de que el Dios Altísimo habló a nuestros padres, Moisés subió al monte para recibir las dos tablas de piedra. Deuteronomio 9:10 “Y dióme Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito conforme á todas las palabras que os habló Jehová en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea.” La razón por la cual el hebreo antiguo se considera la lengua sagrada es porque este es el idioma que Dios se comunicó con nosotros. Deuteronomio 9:11 “Y fué al cabo de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dió las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.” ¿Por qué estuvo Moisés en el monte cuarenta días, cuando no les tomó a los hijos de Israel cuarenta días para escuchar los diez mandamientos? Permaneció allí tanto tiempo para recibir el resto de las leyes, también el conocimiento oculto.

Esto aborda el pensamiento erróneo de que solo estamos obligados a guardar diez y no todos los mandamientos. Cuando hicimos nuestro acuerdo con Dios, dijimos: Éxodo 19:8 “Y todo el pueblo respondió á una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho haremos. Y Moisés refirió las palabras del pueblo á Jehová.” Lo que debemos entender es que los diez mandamientos son un punto de partida en las instrucciones del Altísimo, que nos enseñarán sobre el resto de las leyes, estatutos, mandamientos y juicios. Una analogía proporcionada por las Escrituras es que el mandamiento es una lámpara, pero si incluye el resto de las leyes, entonces tendrá luz. Similar a una lámpara antigua, sin aceite no habrá luz. Véase, San Mateo 25:1-8. Hoy el caso es el mismo, una lámpara sin bombillo y la electricidad no dara luz. Según Cristo, aquellos que omiten las leyes y los profetas son tontos y no tienen luz. Por favor lea, Isaías 8:20.

Aquellos en las iglesias hablan favorablemente a veces de los diez mandamientos, pero al mismo tiempo dicen que las leyes son abolidas. Ignorantemente, algunos han reducido los mandamientos a solo dos, porque no entienden lo que Cristo dijo. Mateo 22:40 “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”

Para entender lo que se quería decir, debemos revisar lo que ocurrió. En esta situación, se le preguntó a Cristo cuál es el grande mandamiento de la ley, es decir, el más importante. Mateo 22:36 “Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley?” Versículo 37: “Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente.” Versículo 38: “Este es el primero y el grande mandamiento.” Versículo 39: “Y el segundo es semejante á éste: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.” Esos dos mandamientos no están incluidos en los diez, mostrándonos que hay otros que debemos guardar. Lo que Cristo quiso decir es que estos dos mandamientos abrevian todas las leyes del Altísimo. Del mismo modo, los diez mandamientos están profundamente arraigados en las Escrituras y cada mandato es la fundación de un grupo de leyes.

Por lo tanto si Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón y Amarás á tu prójimo como á ti mismo; entonces guardarás todas las leyes. Romanos 13:8 “No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.” Versículo 9: “Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás [robaras]; no dirás falso testimonio; no codiciarás; y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.” Versículo 10: “La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimento de la ley es la caridad.” El grande mandamiento reúne en uno toda la ley y los profetas; nos ayuda a comprender sumariamente los primeros cuatro de los diez mandamientos. Mientras que el segundo grande mandamiento explica brevemente el resto de los diez mandamientos; enseñándonos a no hacer mal sino amar a nuestro prójimo.

De manera similar, cada uno de los diez mandamientos explica brevemente varios mandamientos, estatutos, leyes y juicios. Por ejemplo, No adulterarás es el fundamento de las leyes del matrimonio, y da a entender qué es la fornicación o la inmoralidad sexual. Proverbios 10:8 “El sabio de corazón recibirá los mandamientos: mas el loco de labios caerá.” Como se mencionó anteriormente, el Iglesianismo pone obstáculos para hacer caer a nuestra gente. Por su loco labios y sin fundamento, convencen a muchos a creer que los diez mandamientos son el ministerio de la muerte. Usando escrituras que son difíciles de entender en las letras de Pablo. Nuestra gente indoctos y desprevenido caen en la incredulidad y en la trampa del diablo. Salmos 119:6 “Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiese á todos tus mandamientos.”

Si recuerdas lo que leímos antes, los mandamientos fueron llamados de la vida. Romanos 7:10 “Y hallé que el mandamiento, intimado para vida, para mí era mortal [muerte]:” La razón por la cual las escrituras del apóstol Pablo son difíciles para la mayoría, es porque les enseñaba a aquellos que tenían conocimiento de las leyes y las guardaban. Estos ya creían en las Escrituras como Dios dijo, que son de la vida y que debemos creer las leyes que Moisés enseñó para siempre. Proverbios 19:16 “El que guarda el mandamiento, guarda su alma: mas el que menospreciare sus caminos, morirá.” Como Israelitas todavía somos testigos, de que los mandamientos no nos llevan a la muerte ni a las maldiciones. Apócrifa Eclesiástico 23:37 “Y los que quedaren, conocerán que ninguna cosa es mejor que el temor del Señor: y que nada es mas suave que guardar sus mandamientos.”

En cambio, es el pecado lo que destruye a nuestro pueblo, por lo tanto, aquellos que fueron fieles entendieron exactamente lo que Pablo quiso decir. Romanos 7:11 “Porque el PECADO, tomando ocasión, me engañó por el mandamiento, y por él me mató.” Es decir, en el momento en que aprendes los mandamientos, te das cuenta de tu ignorancia y pecado. Así que el Iglesianismo que predican contra los mandamientos te están diciendo que ames el mal. Romanos 7:7 “¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado [malo]? En ninguna manera. Empero yo no conocí el pecado sino por la ley: porque tampoco conociera la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás.” Recuerda que el mandamiento enseña a amar a Dios, ¿debemos creer que esto es malo?

La ley es cómo aprendemos qué es el pecado y no nos enseña a ser malo. En vez de eso, revela por qué necesitamos arrepentirnos; pedir perdón y cambiar. El Apóstol Pablo dio un ejemplo personal, al afirmar que el décimo mandamiento “No codiciarás” le enseñó lo que es la concupiscencia. Romanos 7:8 “Mas el pecado, tomando ocasión, obró en mí por el mandamiento toda concupiscencia: porque sin la ley el pecado está muerto.” Sin el mandamiento el estaba inconsciente de su pecado de concupiscencia, que son los malos deseos sexuales. Naturalmente, una persona que vive sin los mandamientos está en el camino hacia la muerte y la destrucción. Véase, Romanos 6:23 y Colosenses 3:5-6. Entonces la exhortación que debemos recibir es que, sin los mandamientos nos encontraremos en la muerte. Salmos 119:19 “Advenedizo [extranjero] soy yo en la tierra: no encubras de mí tus mandamientos.”

Aquellos de nosotros que deseamos ser fieles al Padre celestial sabemos que por nuestra obediencia mostramos nuestro amor. Apócrifa Eclesiástico 15:16 “Si tu quisieres, guardarás los mandamientos, (y ellos te conservarán): y guardarás la fe de buena voluntad.” De ahí no deseamos continuar ignorantes, sino buscar los mandamientos para guardarlos sin demora. Salmos 119:60 “Apresuréme, y no me retardé en guardar tus mandamientos.” El momento que se entere de su pecado, no debe posponer el arrepentimiento ya que es una oportunidad para hacer la transición a la vida.

Los que no lo guardan y reducen los mandamientos a nada se están perdiendo en lo que el apóstol Pablo mostró. ¡Que al aprender los mandamientos obtenemos ciencia! Apócrifa Eclesiástico 1:31 “Si deseas Sabiduría, guarda los mandamientos: y el Señor te la dará.” Cada persona admirada por su sabiduría en las escrituras lo consiguió por su meditación y la aplicación de las leyes. Así que los mandamientos son verdaderamente una gran lámpara que te ayudará a discernir entre los enseñadores verdaderos y los falsos. Con frecuencia un individuo se pregunta, con las muchas religiones, ¿cómo podría saber cuál es la correcta?

Éxodo 32:15 “Y volvióse Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de una parte y de otra estaban escritas.” Moisés no bajó de la montaña con diez religiones. 1 Juan 2:4 “El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es MENTIROSO, y no hay verdad en él;” Por los mandamientos podríamos filtrar a los mentirosos y concluir que todas las religiones son vanas por el proceso de eliminación. Recuerde que los mandamientos deben guardarse tal como están escritos y no según al hombre. Éxodo 32:15 “… las tablas escritas por ambos lados; de una parte y de otra estaban escritas.” Versículo 16: “Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.”

En religión están mal representados, por ejemplo, durante toda nuestra vida se nos muestran los diez mandamientos escritos en un lado. Pero acuerdo a las Escrituras, fueron escritas en ambos lados de cada tablas. Debemos tener en cuenta que estas palabras fueron dadas a los hijos de Israel como su herencia. Véase, Apócrifa Eclesiástico 24:33. Entonces haciendo el proceso de eliminación muy fácil. Aunque el Iglesianismo (cristianismo moderno) rompe abiertamente los mandamientos, nuestra gente se siente inclinada a seguirlos. Creyendo que los Israelitas han sido desechados y reemplazados por religiones. Romanos 9:4 “Que son israelitas, de los cuales es la adopción [de hijos e hijas], y la gloria, y el pacto, y la data de la ley, y el culto, y las promesas;” El servicio de enseñar los mandamientos pertenece a los Israelitas.

Al regresar a su herencia, finalmente encontrará al Padre Celestial y la respuesta a la pregunta más difícil. ¿Por qué Dios nos creó? Eclesiastés 12:13 “El fin de todo el discurso oído es este: Teme á Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” Fuimos creados para agradar a Dios, y al hacerlo seremos recompensados por nuestras acciones. Eclesiastés 12:14 “Porque Dios traerá toda obra á juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena ó mala.”

Esperamos que dé el paso para aprender todos los lados de los mandamientos y cumplirlos. Para que puedas recibir la vida eterna y entrar en el reino de los cielos. Apocalipsis 22:14 Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.” ¡Shalam (Paz)!

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